martes, 9 de diciembre de 2014

Órbita Laika 1: sobre móviles y palomitas


Bueno, tenía este blog medio abandonado así que no se me ocurre mejor excusa para retomarlo, un poco, que explicar con más tiempo y detalle las cosas que cuento en Órbita Laika. El ritmo de la televisión es frenético y no da para mucho más. Pero, aunque al principio me agobiaba, tengo que decir que le estoy cogiendo el gustillo.

Tengo que confesar que la idea se me ha ocurrido después de ver que mis amigos Antonio y Jose han hecho lo propio en sus blogs: Fogonazos y Scientia. Sí, siempre he sido mucho de "culo veo, culo quiero".



¿Que no sabes qué es Órbita Laika? No me lo puedo creer :)




Es un nuevo programa de La 2 que se estrenó el pasado domingo 7 de diciembre y en el que tengo un pequeña sección. Aprovecho para dar las gracias por ello a José Antonio Pérez, aún recuerdo cuando leí su mail tomando el sol en una playa gaditana... ¿falta mucho para agosto?


Si no lo viste, aquí está el primer programa (y único, por ahora).



En mi sección usaré un vídeo de los que pululan por Youtube como excusa para explicar algún concepto científico. Como iréis viendo, casi siempre serán conceptos relacionados con la Física, pero es que hay pocos vídeos virales que sirvan para explicar Matemáticas. O, al menos, yo no los encontré.



El elegido para el primer programa fue uno, bastante antiguo, en el que se mostraba que se podían preparar palomitas de maíz usando varios móviles sonando a la vez.




Allá voy. 


Pero, antes, quiero agradecer mucho, MUCHÍSIMO,  a Enrique Fernández Borja, aka Cuentos Cuánticos, que comparta conmigo, entre muchas otras cosas, sus vastos conocimientos de la materia y, por supuesto, la infinita paciencia que tiene con mis preguntas. Gracias, gato.


En primer lugar, ¿por qué este video?



Elegí este vídeo, que ya tiene sus años, para desmontar la creencia de que los móviles, los wifis, etc, son peligrosos porque emiten ondas. Ondas electromagnéticas, para más señas.




¿Qué son las ondas electromagnéticas?


En la naturaleza existe la carga eléctrica y sabemos que dicha carga se presenta en dos variedades: positiva y negativa.  Sabemos también que las cargas eléctricas de igual signo se repelen y las del mismo signo se atraen.  Esta capacidad de atracción y repulsión se explica por la aparición de los conocidos como campos eléctricos y magnéticos.  Las cargas eléctricas adornan el espacio que las rodea con características que permiten a otras cargas situadas en otros puntos del espacio saber que se tienen que sentir atraídas o repelidas. Eso son los campos.


A primera vista podría dar la impresión de que esos campos son un tanto fantasiosos, sin embargo,con el desarrollo de la física se ha conseguido saber que son cosas “reales”, de hecho podemos perturbar dichos campos eléctricos y magnéticos de forma que se propaguen como ondas por el espacio, las ondas electromagnéticas.



Para ser un poco más claros podemos decir que:


1.-  Una carga eléctrica en reposo genera un campo eléctrico.

2.-  Si la carga eléctrica está en movimiento uniforme, se mueve en línea recta y a velocidad constante, genera un campo magnético.

3.-  Si la carga se ve acelerada pasa algo curioso: el campo eléctrico y magnético que genera se perturban el uno al otro de forma que se genera una onda de dichos campos. 

Ese es, hablando llanamente, el origen de las ondas electromagnéticas.



Pues bien, las ondas electromagnéticas son uno de los pilares de nuestra tecnología y nuestras telecomunicaciones. Entre otras cosas.


Clasificación de las ondas electromagnéticas

Al describir una onda una de sus características más importantes es la longitud de onda: la distancia entre dos picos o dos valles de la onda.



Las ondas electromagnéticas serán más energéticas cuanto menor sea su longitud de onda y viceversa, serán menos energéticas cuanto mayor sea su longitud de onda.  Esto nos permite clasificar las ondas electromagnéticas según su energía, en definitiva, de su longitud de onda.




En la imagen anterior podemos varias cosas interesantes: las ondas de radio son ondas electromagnéticas cuya longitud de onda ronda el kilómetro.  Las microondas, que son las amigas que nos ocupan ahora, son ondas electromagnéticas que tienen longitudes de onda entre los centímetros y los metros.  La luz visible, la luz que detecta e interpreta nuestro cerebro, tiene longitudes de onda en el rango de los nanómetros, una cosa bastante pequeña, 0.000000001 veces un metro.  Esto quiere decir que una onda en la parte visible del espectro electromagnético es más energética que una onda en la zona de las microondas. Por ejemplo.

El horno microondas de tu cocina

En un horno microondas se generan microondas, faltaría más. Y esas microondas son capaces de descongelar y de cocinar alimentos. ¿Cómo lo hacen?

No entraré en mucho detalle pero creo que la cosa esta es muy bonita.  El secreto está en el agua y es que las microondas tienen predilección por mecer a las moléculas de agua. Para dichas moléculas de agua las microondas son como auténticos columpios en los que nunca falta un buen empujón.

El agua está formada por moléculas de H20.


En estas moléculas, la parte ocupada por el Oxígeno tiene cierta carga eléctrica negativa y las partes ocupadas por el Hidrógeno tienen cierta carga eléctrica positiva. Ya sabemos que pasa cuando hay cargas de distinto signo, que se intentan atraer.  Cuando tenemos muchas de esas moléculas, como en tu botella de agua, estas moléculas tienen la intención de unir las partes negativas de unas con las positivas de las otras.





Por lo tanto, las moléculas en el agua no están quietecitas, se mueven de aquí para allá. De hecho, cuanto más rápido se mueven decimos que el agua tiene mayor temperatura. Sí, la temperatura es una medida de lo rápido que se mueven las moléculas de nuestro vaso de agua, y quien dice agua dice cualquier otra cosa.

Así que estas uniones no duran mucho porque no son muy intensas y se van rompiendo y creando continuamente.  El interior del agua es un ambiente muy movidito.






El horno microondas es un dispositivo que acelera electrones, cargas eléctricas negativas, de forma que se creen ondas electromagnéticas en el rango de las microondas.  Estas ondas son lanzadas hacia el interior del horno y  rebotan una y otra vez con las paredes metálicas del horno que actúan como espejos para esas microondas.  Esas ondas se van acumulando en el interior del horno rebotando una y otra vez.  




Para entender cómo calienta y cocina el microondas solo nos falta un paso, explicar el juego entre las moléculas de agua y las microondas que llenan el interior del horno.
Las microondas, como buenas ondas electromagnéticas, son campos eléctricos y magnéticos que oscilan y se propagan.  Si hay moléculas de agua, dado que tienen partes de carga negativa y partes de carga positiva, sienten dichos campos y se ponen a oscilar dependiendo de como sean mecidas por las microondas.

Así que las moléculas de agua que se estaban paseando tan ricamente por ahí se ven empujadas y el bamboleo que le producen las microondas se traduce en que aumentan su velocidad. Entonces van colisionando unas con otras y la velocidad de todas ellas aumenta y eso aumenta la ¡TEMPERATURA!

Por cierto, las microondas del horno no se escapan de su interior, si el horno está en buen estado, por dos motivos.  El primero es que el sistema está diseñado para inyectar las microondas al interior del horno.  El segundo es que el interior de los hornos está formado por paneles metálicos, incluso en la parte frontal hay una rejilla metálica, que reflejan dichas ondas hacia el interior impidiendo fugas hacia el exterior. Pero de esto último, hablaremos otro día ;-)


Todo es cuestión de potencia


La capacidad para cocinar, aumentar la temperatura de las cosas que en su interior contienen agua, depende de la potencia de emisión del cacharro que genera las microondas en los hornos.  ¿Qué es la potencia? Pues hablando mal y pronto, la energía emitida por segundo. Para entendernos, cuántas de esas ondas genera el aparato en cada segundo.

En los hornos comerciales las potencias no sobrepasan los 900-1000W.  Si tenemos en cuenta que las microondas se acumulan en el interior del horno podemos tener en total cantidades de potencia en circulación que rondan los 50.000W.  

Nuestros teléfonos móviles emiten en el rango de las microondas, es cierto, pero no os pongáis nerviosos.  La potencia máxima permitida para esos aparatos ronda los 2W y encima las ondas son emitidas al aire, es decir, no se quedan confinadas y por lo tanto es despreciable la energía que pueden depositar por unidad de tiempo y por unidad de área. 

Así que tranquilos, parece que estamos a salvo. Al menos, de las ondas de los móviles.


El vídeo en cuestión


En el vídeo se muestra que se hacen palomitas al hacer sonar simultáneamente varios (pocos) teléfonos móviles que rodean a los granos de maíz.  Esto, evidentemente, es una broma.

Los teléfonos no emiten más cuando están sonand. Si están sonando actúan como receptores así que están recibiendo ondas que llegan desde las antenas pero que están ahí suene el teléfono o no.  Pero no creo que nadie haya visto que se hagan palomitas solas que sería lo esperable dado que estamos rodeados de ondas electromagnéticas todo el tiempo, algunas más energéticas que las microondas.

Como ya hemos comentado antes la potencia de emisión de los teléfonos es muy pequeña, así que no tienen la capacidad para calentar los granos de maíz y hacer palomitas.


Explicación del vídeo

Hay varias alternativas para conseguir este efecto.

La primera, y la más simple, es que sea una edición de vídeo.  Hay ejemplos de ello en la red.


La segunda es que se disponga de algún medio de calentar la superficie en la que están las palomitas. ¿Un brasero escondido?


La tercera es que se haya manipulado un microondas y se haya tomado el generador de microondas colocándolo bajo la mesa.  El generador de microondas se conoce como magnetrón.. Esta opción es muy, muy peligrosa.  

Debido a que hay muchos vídeos por ahí usando esta variante, muchos de los cuales también están claramente editados, quisimos presentar esta opción e insistir mucho en el programa sobre este punto:

NO TOQUEN EL MAGNETRÓN

El problema es que el magnetrón opera a alto voltaje (está conectado a un transformador de alta tensión) así que cualquier fallo en su manipulación puede ser muy grave para la salud.

El magnetrón genera un chorro de microondas con potencias importantes, las de un horno microondas, con lo que no es recomendable está demasiado cerca de la salida de dichas ondas porque pueden producir quemaduras o daños en los ojos.

Si la mesa está hecha de un material no adecuado para el  contacto con las microondas podría quemarse o deformarse.

Y por último, si aprecias tu móvil, no lo pongas nunca sobre el chorro de microondas que sale de un magnetrón porque seguramente te quedes sin él.


Y ya.



Espero haber aclarado un poco el tema y prometo mejorar o, al menos, intentarlo :)  

La tele desde dentro es frenética y tenemos, todos, que habituarnos al ritmo.

Ah, por cierto, ya se vende la camiseta con la moraleja de esta primera sección ;-)






2 comentarios:

  1. ¡MUY BUENO el artículo! Así da gusto aprender algo más de física/matemática.

    Ayer precisamente me asaltó una duda tras calentar el tupper de pimientos rellenos de mi madre en el microondas del trabajo. La salsa, hirviendo; el núcleo de la carne de los pimientos, fría. Y me pregunté como la inepta que soy en este tema: ¿será porque las microondas actúan antes/más/preferentemente en la salsa que tiene mucho más agua que la carne del pimiento?

    El caso es que al final me pasé de calentar el tupper y comí pimientos rellenos de magma con salsa de lava.

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  2. Acabo de ver tu intervención en el programa de hoy.
    Yo ya sabía lo de los rayos y los aviones, pero veo que te han dado muy poco tiempo.
    Habría estado bien comentar que cuando en ciertas películas sale el avión y es alcanzado por un rayo, y sale ardiendo, y cosas a así, pues todo es mentira.
    Aparte de eso, me llena de alegría verte en la tele. Eres mi ídolo.

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